La aventura de estar en la India. Ayer noche en el desierto, imposible no crear expectativas. Todas se quedan cortas. Ver las dunas es impresionante. No nos animamamos al camello, ya por experiencias anteriores y ya por recomendacion de otros turistas que quedaron con el culo partido durante varios dias. Asi que como lo vemos innecesario nos fuimos en jeep...y saludamos a los turistas con el culo a punto de partirse desde lejos.
Nos instalamos en una caseta que del operador turistico, y nosotros nos dedicamos a pasear perdidos en la arena. Haciendo la croqueta, alguna pirueta, o solo sentado mirando la inmensidad.
Ali prepara un te con especias en la hoguera que ha improvisado con algunas ramitas que consiguio por ahi. A medida que cae la noche el tema se hace mas interesante. La caida del sol bella fue apagando lentamente del dorado del desierto y un azul profundo envolvio todo. Ya teniamos la comida lista, y en las catreras de tirantes comimos a la luz de la luna y el fuego. Ayudamos a cocinar algo parecido a un pan de pita, chapati, que acompano al arroz y las patatas guisadas. Para mi picante, para mireia poco, para nury a punto...paso de comer mas curri que me tiene la tripa hecha una flauta.
Agua, cerveza y Mountain Dew calentitas del desierto...como pis.
Se limpia todo en la arena, aun dudo que quede muy limpio pero pulido quedo bastante. Por mas que intente concentrarme en la inmensidad de la noche fue un poco dificil hasta altas horas de la noche. El amigo Lucky no dejaba de poner musica Bollywood en el movil y el coche, mientras mantenian todos, YO NO, una animada conversacion. La verdad no tenia ganas...ya no quiero forzar mas a hablar ingles, necesito silencios y en ese momento mas para gozar de la inmensidad de la noche y el desierto. poco a poco la penia se fue callando y nos trasladamos solo con una manta a las dunas, dejando la caseta, el fuego, el coche y las camas atras. Y alli, en ese silencio enriquecedor, mecidos por el viento, con el manto de un mar de estrellas trate de dormir. fue imposible, por lo bueno y por lo no tanto. Mi mente se negaba a dormir pudiendo disfrutar de esa vision de la inmensidad del universo y aceptar lo poca cosa que somos. aullidos de perros abandonados acompanan la vision. No tengo miedo, se ha ido con el viento que no cesa. la arena se cuela por cada rincon, espacio, agujero. los ojos resisten a la arena pero no al cansancio. algo camina por mi pierna, sacudo con espasmos sin saber muy bien que carajo sucede. durante la noche sucederia varias veces y eran escarabajos negros, a la vista nada agradables. me he despertado reiteradas veces y me ha costado volver a dormir porque la galaxia me llama. los tres perdidos entre las dunas, uno por cada lado, habremos de juntarnos otra vez al amanecer, cuando la oscuridad fue volviendose naranja y un sol abrazador proyecto sombras magicas en las dunas. La luna, se asomo varias veces entre alguna nube. Ni era grande, ni era luminosa....no compartio la noche con nosotros. Luego de una meadita donde pudimos, Ali ha preparado te para mi, y unos platanos buenisimos para desayunar. Algun cuervo viene a despedirse como excusa para comerse la cascara del platano y se han acercado algunos perritos para ver si dejamos caer algo. Tienen una mirada tierna y vienen buscando una caricia mas que comida. dejamos atras el desierto al ritmo de la musica. No puedo dejar de llorar, la experiencia me ha gustado mucho, pero en realidad es que tengo los ojos llenos de arena.
Nos instalamos en una caseta que del operador turistico, y nosotros nos dedicamos a pasear perdidos en la arena. Haciendo la croqueta, alguna pirueta, o solo sentado mirando la inmensidad.
Ali prepara un te con especias en la hoguera que ha improvisado con algunas ramitas que consiguio por ahi. A medida que cae la noche el tema se hace mas interesante. La caida del sol bella fue apagando lentamente del dorado del desierto y un azul profundo envolvio todo. Ya teniamos la comida lista, y en las catreras de tirantes comimos a la luz de la luna y el fuego. Ayudamos a cocinar algo parecido a un pan de pita, chapati, que acompano al arroz y las patatas guisadas. Para mi picante, para mireia poco, para nury a punto...paso de comer mas curri que me tiene la tripa hecha una flauta.
Agua, cerveza y Mountain Dew calentitas del desierto...como pis.
Se limpia todo en la arena, aun dudo que quede muy limpio pero pulido quedo bastante. Por mas que intente concentrarme en la inmensidad de la noche fue un poco dificil hasta altas horas de la noche. El amigo Lucky no dejaba de poner musica Bollywood en el movil y el coche, mientras mantenian todos, YO NO, una animada conversacion. La verdad no tenia ganas...ya no quiero forzar mas a hablar ingles, necesito silencios y en ese momento mas para gozar de la inmensidad de la noche y el desierto. poco a poco la penia se fue callando y nos trasladamos solo con una manta a las dunas, dejando la caseta, el fuego, el coche y las camas atras. Y alli, en ese silencio enriquecedor, mecidos por el viento, con el manto de un mar de estrellas trate de dormir. fue imposible, por lo bueno y por lo no tanto. Mi mente se negaba a dormir pudiendo disfrutar de esa vision de la inmensidad del universo y aceptar lo poca cosa que somos. aullidos de perros abandonados acompanan la vision. No tengo miedo, se ha ido con el viento que no cesa. la arena se cuela por cada rincon, espacio, agujero. los ojos resisten a la arena pero no al cansancio. algo camina por mi pierna, sacudo con espasmos sin saber muy bien que carajo sucede. durante la noche sucederia varias veces y eran escarabajos negros, a la vista nada agradables. me he despertado reiteradas veces y me ha costado volver a dormir porque la galaxia me llama. los tres perdidos entre las dunas, uno por cada lado, habremos de juntarnos otra vez al amanecer, cuando la oscuridad fue volviendose naranja y un sol abrazador proyecto sombras magicas en las dunas. La luna, se asomo varias veces entre alguna nube. Ni era grande, ni era luminosa....no compartio la noche con nosotros. Luego de una meadita donde pudimos, Ali ha preparado te para mi, y unos platanos buenisimos para desayunar. Algun cuervo viene a despedirse como excusa para comerse la cascara del platano y se han acercado algunos perritos para ver si dejamos caer algo. Tienen una mirada tierna y vienen buscando una caricia mas que comida. dejamos atras el desierto al ritmo de la musica. No puedo dejar de llorar, la experiencia me ha gustado mucho, pero en realidad es que tengo los ojos llenos de arena.
Me encanta la descripción tan bonita que hace vuestro compañero de su experiencia en el desierto. Lo mejor el final:"no puedo dejar de llorar..., pero en realidad es que tengo los ojos llenos de arena". Me he reído mucho y a la vez me ha llegado al alma. Un besazo para los tres. Alegráis mis días con vuestras aventuras. Un abrazo.
ResponderEliminarLa tita Chelo